Su vida temprana
Bethany Hamilton nació en 1990, en Hawaii. Sus padres le inculcaron el amor por el surf desde muy pequeña y aprendió a montarse en una tabla casi al mismo tiempo que caminar. Con cuatro años, Bethany aprendió a correr sus primeras olas y desde aquella época ya sabía que a se dedicaría al surf toda su vida.
Bethany empezó su carrera profesional con tan solo ocho años, pues a su corta edad ganó en las dos disciplinas en las que participó: la de shortboard y longboard para niñas entre 7 y 9 años. A los 9 años patrocinaba a la marca Rip Curl, a los 10 años ganó el campeonato anual de Haleiwa Menehune y a los 12 años ganó segundo lugar en la mixta de menores.
El accidente
El 31 de octubre del 2003, Bethanny decidió surfear en la playa de Kauai con su amiga como cualquier otro día. Se encontraba en el fondo del mar mientras esperaba las olas con la mano izquierda debajo del agua, un tiburón la atacó y le arrancó el brazo izquierdo por debajo del hombro. La llevaron de inmediato al hospital, la herida fue grave, llegando a perder el 60% de su sangre. A pesar de ello lograron salvarla, pero tendría que aprender a vivir con un solo brazo.
Después del accidente
Luego de 10 semanas del accidente, volvió a surfear ya que el surf era su pasión y sabía que no lo abandonaría. Para ello, aprendió a nadar con un solo brazo, empezó a usar una tabla hecha a mano más gruesa y fácil de utilizar y fue así como poco a poco empezó a surfear nuevamente. Después de un año de su vuelta al surf, ganó el premio ESPY al mejor regreso de un deportista. Más adelante, ganó más premios por su excelente desempeño en competiciones nacionales e internacionales.
En el 2004, Bethanny decidió escribir una autobiografía titulada: Soul Surfer: A true story of Faith, Family, and Fighting to Get Back on the Board. El cual fue uno de los primeros puestos de ventas según New York Times. Luego de 7 años, se filmó su película llamada: Soul Surfer. La película fue un éxito en las críticas y logró recaudar más de 10 millones de dólares en tan sólo el primer fin de semana.
En el 2013 se casó con Adam Dirks, tiene 2 hijos y actualmente continúa dedicándose al surf pero también a brindar charlas motivacionales y de superación, además es muy activa en redes sociales. La historia de Bethany Hamilton es una historia de superación personal y te enseña que no hay excusa para dejar de hacer lo que más te gusta.